Bar Cañete

Primera visita al restaurante el día 6 de julio, sábado noche con Elena, una cena maravillosa.
El motivo por el cuál fui a este restaurante es que aparecía en la lista del periódico El País de restaurantes que no has de perderte en Barcelona.
Las expectativas de las críticas fueron confirmadas. Desde el primer momento la atención fue fantástica. El local cuenta con una barra de degustación para aproximadamente 20 personas, dos mesas de 4 personas y una mesa grande de 12 personas. La barra es abierta y la cocina es visible por todos los comensales.
Llegamos a las 22 de la noche de un sábado sin reserva y nos atendieron en menos de diez minutos, con una sonrisa en la cara cada persona que venía y con detalles que se agradecen como la primera cervezita y la primera broma al pedir.

Dos cosas me sorprendieron del local desde el primer momento. Por un lado, el buen rollo en toda la plantilla, soy un obsesivo de la evaluación de las plantillas de trabajo y del ambiente que generan y en este local sólo se podía percibir buen ambiente. Por otro lado, ese buen ambiente confirmaba una de mis teorías más viejas de la hostelería «un local donde el personal tiene buen ambiente hace que la gente que come sonría y genere buenas vibraciones».

El menú es amplio y claro. Los precios normales para estar situado en el centro de Barcelona.

Degustamos unas croquetas de jamón ibérico, buñuelos de espinacas, anchoas con pan con tomate, berenjenas fritas con miel, gazpacho andaluz, chipirones a la andaluza y un plato recomendado por nuestro camarero «mollejas con alcachofas y langostinos». Todos los platos eran dignos de recordarse, excepto el pan con tomate que necesitaba un poco más de sensación de «crujiente» y las berenjenas que necesitaban un secado».

Los vinos que acompañaron a la cena fueron todos propuestos por el camarero. No hay nada que más me guste que dejar que un camarero me guié en las catas. Probamos 4 vinos:

– Blau (Monstant)

– Vallegarcia Shiraz (vino de la tierra de Castilla)

– Flor de Vetus (Toro)

– Cuatro Fuentes (Gran Canaria)

No haremos una descripción de cada vino, sólo valoraremos positivamente la elección de cada uno de los vinos en cada momento, fue una cata ascendente en complejidad y sabor.

De postre dos trufas negras y dos trufas blancas (el único punto negativo de la cena, aunque quedo pendiente de probar sus postres caseros) y un buen medio Gin Tonic que es lo que hacía falta para acabar tal copioso ágape.

La cuenta salió por 91 euros la pareja, invitación de una caña, una copa de vino y los postres.

Mi evaluación de restaurante:

Local: 8,5/10.

Cocina: 8,5/10.

Servicio: 9/10.

Adjunto la web del local:

http://barcanete.com/bar cañete