Una gran sorpresa la de este restaurante.
Después de varias decepciones a la hora de intentar ir a uno de los restaurantes que le apetecía Anna, decidimos ir a este restaurante de la zona de Estación de Francia, escondido pero con un nivel muy bueno.
Es un restaurante pequeño de menos de 12 mesas con un matrimonio que dirige el local con mucho cariño. La mujer en la cocina, el marido en la sala y los dos dispuestos a hacer que disfrutemos de la mejor experiencia culinaria posible.
Aquí tenéis la carita de felicidad de Anna al sentarse en la mesa.
Nada más llegar dos cervecitas, la carta y las recomendaciones del día, dos en aperitivos (lasaña y cañuts) y dos segundos (bacalao con alcachofas y peus de porc).
La carta muy sencilla pero muy completa, la especialidad de la casa es el pescado (bacalao concretamente) y todos los platos eran espectaculares.
Para empezar de aperitivo nos ofrecieron dos langostinos con salsa romescu.
Después ya empezamos con los platos que habíamos pedido. Primero un plato de garbanzos con muselina de ajo espectacular y unos langostinos espectaculares.
Poco a poco nos iban trayendo los platos para que pudíeramos degustarlos con paciencia. El segundo aperitivo que tomamos fue los “cañuts” que nos recomendaron con una salsa de frutos secos para potenciar su sabor. ESPECTACULARES.
De segundo pedimos un bacalao con alcachofas y langostinos. Especialidad del día, espectacular la textura que tenía el bacalao. Lo único que podría decir que no estaba al 100% es la alcachofa que aún no están al punto.
Servido en cada plato de la siguiente forma:
La carne un crepp de bree con salsa roquefort. Espectacular también, sabroso y con una salsita muy bien aconseguida.
Para redondear la comida, tomamos dos copas de cava con dos postres bien diferentes:
Primero un sorbete de cactus refrescante:
Después necesitábamos chocolate…
y nos pusimos entre pecho y espalda un foundant soflue de chocolate.
Todo acompañado con un tinto catalán de Coster del Segre “leix” Shyraz 100% muy completo.
La cuenta salió por 120 euros, precio que me pareció muy adecuado para lo que comimos (y yo muy contento porque Anna me invitó!!!!)
No sólo la comida fué espectacular sino que la conversación posterior con los propietarios también estuvo a la altura.
Valoración del restaurante:
Local: 9/10
Comida: 9,5/10
Servicio: 9,5/10
Repetiré con muchíiiiiiiisimo gusto.