Sa Clova

Restaurante de Girona, elección de Daniel bajo la amenaza de pérdida de amistad con Lluis y con un servidor. Cómo no podía ser de otra forma no decepcionó ni un poco.  

Como no puede ser de otra forma, una cena con Lluis y Dani nunca puede pasar desapercibida por nadie en el local ni entre clientes ni entre propietarios y esta no iba a ser menos. Pero cada cosa se contará a su tiempo.

La verdad es que el local estaba muy bien, nuevecito pero bien montado con todos los espacios aprovechados y con una piscina con bogavantes nada más entrar y que queréis que os diga se me antojo uno…

Dani nos recomendó este sitio porque tenían buen marisco y buen pescado cosa que es difícil de cojones en Girona (según él yo desconozco).

La cara de felicidad de Lluis antes de empezar el ágape.

IMG-20131103-WA0089

La cuestión es que llegamos en época de ferias y tenían un menú especial por dichas fiestas así que no dudamos en pedirlo y ya le pondríamos nosotros los complementos.

IMG-20131103-WA0078

La verdad es que el local estaba totalmente lleno y sólo habían dos personas trabajando en la sala, un camarero extranjero (que hacía un esfuerzo por hablar catalán encomiable) y que se notaba que era nuevo y una dueña hiper activa/hiper histérica e hiper tocona, no habíamos estado ni 5 minutos en la mesa y ya nos había abrazado a todos… Pero bueno, de vez en cuando hace gracia que este la mami dándote de comer.

Primero describiré la comida y luego las ocurrencias del local que no fueron pocas…

El menú empezaba con una tapita de la casa que en esta ocasión eran una latas con una crema con manzana muy buenas, sencillas pero muy ricas.

IMG-20131103-WA0083

Después seguimos con un caracol (previa del día que nos esperaba mañana….) que era una especie de hojaldre muy sabroso.

IMG-20131103-WA0080

A continuación nos sacaron varias raciones de ostras que habíamos pedido al principio fuera del menú ya que se me habían antojado al final acabamos comiendo 12 ostras de dos calidades distintas… Llega la señora con la cara sonriente y nos dice aquí esta la clase «A» y aquí la clase «B» y yo inocentemente le pregunto: ¿en qué se diferencia? y me dice que en el tamaño y yo flipando en colores porque eran exactamente igual de tamaño!!!!

IMG-20131103-WA0085 IMG-20131103-WA0087

Después de las ostras vino el combinado de conchas que tenía almejas, navajas y mejillones.

Sinceramente sabrosísimo. Las navajas espectaculares y los mejillones hicieron que tuvieramos que pedir una segunda ronda porque no había bastante con esa!!!!

IMG-20131103-WA0075

Aquí se ve la cara de Daniel con la nueva olla llena de mejillones delante!!

IMG-20131103-WA0077

Después de las conchas comimos un plato de pasta con salsa de marisco. La verdad es que fue el peor plato que probamos, la salsa era muy sabrosa pero la pasta no estaba a la altura. Primero era pasta seca típica de ensalada que te haces en casa y en segundo lugar estaba demasiado cocida. Temas que ya tratamos posteriormente con el cocinero para darle un  buen consejo, no como la mesa que había fichado anteriormente como los típicos quejicas que dijeron que pasta del colegio no comen. Fue la misma sensación para los dos pero no es la misma forma de decirlo.

IMG-20131103-WA0088

 

El último plato que teníamos que probar del menú era un bacalao fino con una reducción. A mí no me pareció malo, pero tanto Dani como Lluís decían que les parecía pescado congelado. Preguntamos al camarero que nos aseguró que era fresco aunque la verdad le faltaba sabor.

IMG-20131103-WA0084

Por último, como no llegó el antojo. Primero porque siempre tenemos que poner un antojo en la mesa, segundo porque no habíamos quedado con un buen sabor de boca con los segundo y tercero porque lo tenía entre ceja y ceja desde que llegamos!!!

Un bogavante con patatas y ajo, espectacular, sabrosisimo, perfectamente cocinado y con un aceite que invitaba a mojar en todo momento.

IMG-20131103-WA0079

 

De postre un pastel de manzana, la verdad es que me parecía que fuera un menú donde la manzana sea la protagonista.

IMG-20131103-WA0076

 

La comida fue regada con un buen albariño que dió mucho juego:

IMG-20131103-WA0086

La botella de vino tuvo una bonita historia. Estábamos comiendo tranquilamente y veíamos como la pareja de nuestra derecha de mediana edad estaba sufriendo porque el hombre había pedido una copa de vino y no se la llevaban, la pidió varias veces y no le hicieron nada de caso. La situación ya esta degenerando en un mal rollo tremendo en la mesa así que decidimos levantarnos y servirle una copa de nuestro vino, el señor se quedó flipado y cuando al final la dueña fue a la mesa y preguntó de donde sacó el vino se quedó totalmente sorprendida. Lo que no podía esperarme yo es que viniera nos los agradeciera y nos regalará una botella de cava!  Con la que también invitamos a una copa a la mesa de lo vecinos, aún así no conseguimos verlos reírse. Así que llegamos a la conclusión que simplemente estaban amargados.

La cuenta salió por 177 euros las tres personas, no llegabamos a 60 por cabeza habiendo bebido 2 botellas de vino. La verdad es que estuvo muy bien.

IMG-20131103-WA0081

Además nos invitaron a unas copas en la terraza de licores caseros muy buenos.

Sinceramente no pasamos desapercibidos como siempre ocurre, conectamos perfectamente y disfrutamos como enanos.

Valoración del restaurante:

Local: 8,5/10 había una mesa de 2 (la de la gente que estaba tan agobiada) que molestaba, la cocina era abierta y se veía muy sucia y aunque todo era muy nuevo parecía que todo estuviera demasiado cerca.

Comida: 8,5/10 La mayoría de platos eran muy bueno, pero la pasta, el pescado y el postre no despuntaban.

Servicio; 8 aunque el camarero era un novato fue muy gracioso y la dueña aunque no tenía ni idea ponía toda su gracia para solventar la situación.

Una gran experiencia.