Una sorpresa de restaurante en una zona poco explorada para mí de Barcelona.
Carrer Vaelncia 573.
El jueves tenía que ir a comer a casa de mi buen amigo Rafa, pero como se hizo tarde y no queríamos molestar al compañero de piso nos fuimos a cenar fuera. Dentro de las opciones más clásicas escuché la opción de un Lituano… y como no había probado ninguno en Barcelona pues me apeteció mucho.
El local es una mezcla de tienda/casa/restaurante/sala de arte/hogar lituano. Muy difícil de definir exactamente lo que es, pero tenía buena pinta, totalmente vacío cuando llegamos, pero lo bueno es que podíamos elegir cualquier sitio y que la camarera/cocinera/dueña/ambientadora (no es que hubieran tantas personas sino que hacía de todo, tipo hombre orquesta) estaba a nuestra entera disposición!!
Esta es la mesita que cogimos, parecía el comedor de casa de un lituano, con librería incluida.
La carta se divide entre entrantes, ensaladas, sopas frías/caliente y platos calientes.
Además de la carta teníamos la posibilidad de escuchar a la camarera que nos explicaba uno por uno los platos como le habían salido ese mismo día y que debíamos de comer. Y ante tal sinceridad tuvimos que hacerle caso, por supuesto.
Empezamos con un poco de pan negro con queso fundido. Muy bueno.
Sopa de remolacha tibia, muy sabrosa.
Después comimos “palomas” que aunque la cosa parezca que vaya de aves, es de cerdo. Son envoltorios de acelga rellenos de carne de cerdo y verduras. la verdad es que un plato contundente pero muy bueno.
Por último un plato muy tipico de lituana que es una especie de puré de patatas relleno. Muy sabroso.
De postre probamos dos cositas diferentes.
Lo que por un lado parecía un árbol de navidad del cuál se servían trozos. Algo así como una galleta azucarada dulce. se llama Shakotis
Originalmente:
Y un pastel que literalmente hacía 5 minutos que sacaba del horno, un bizcocho esponjoso con toques de manzana.
De beber, cerveza y sidra.
La verdad es que la lata de sidra ni fu ni fa.
Pero la cerveza estaba muy pero que muy buena y más para el precio que tenía en el restaurante 1.5 euros una cerveza litauan turbia muy buena. Hay tres opciones, rubia, turbia o negra todas por 1,5
La cuenta salió muy bien de precio. 27 euros.
Valoración del restaurante:
Valoración del local: 8,5/10 muy variado y funcional.
Valoración de la comida: 8,5/10 excepto uno de los postres, todo muy bueno y casero.
Valoración del servicio: 9/10 encantadora y servicial.
Volveré en pocos días seguro, es un lugar con comida casera muy sabrosa.